Sin palabras (poesía)
Todo es tan estruendosamente sigiloso
Como la hora del combate proceloso
De diálogos no se como platón lo hacia
Y Freire, el de ahora, recomienda,
Y aunque poeta soy no tengo el verbo
Gracioso y chistoso del granuja
Que de todo conversa,
Si no un silencio profundo de cisterna,
De latebrosa espelunca donde todo
Se queda monologado y sumergido
Como en noches de insomnio desmedido.
Atreves del silencio algo se cuela
Tan monolítico como el amor.
Tan pétreo como la muerte,
Tan gigante como la vida y sus pendones,
Tan pequeño como un cero diminuto
Que vaga entre las turbas ignorado
Con su invisible coraza de mutismo.
De hablar.
Lo que se llama hablar; lo necesario,
Es decir, lo indispensable, lo preciso,
Sin lacónico ser. Ni ser grosero,
Subido en la tribuna hilvanar puedo
Un montón de palabras que se sueltan
Y en vuelo pasan sobre las conciencias
Produciendo impaciencias,
Pero de tu a tu, hablar no puedo
Por mas que se me señalen con el dedo,
Porque aun no es posible lo imposible,
Ni lo será jamás.
Como un exilio vago por las calles.
Vago sin hablar sonoramente
Y juzgo mi paso inadvertido,
Pero cuando alguien grita mi apellido
En tono de intención premeditada,
Digome; hanme visto,
No pude pasar sin ser mirado,
Transparente no soy y estoy presente
Con mi fardo de de penas y canciones.
Me ven y el descuido me olfatean,
De mi físico comen,
De mi actuar descomen,
Y mi pensar carcomen,
Más no logran turbar mi transparencia,
Ni de tener el curso de la marcha
Que en silencio prosigo.
Después no me dejan hablar
Que oír no quieren si no sus alabanzas
Y el oro que inclina sus balanzas,
Callo, sin aprender a callar
-que nadie lo extremos ha insinuado-
Como hablo, sin aprender el habla sandunguera
Que imposibles escuelas nos imponen.
Hablo a través del silencio
Y cuando hablo, monologo conmigo
Los discursos que te debo y no te pago,
Que de hacerlo la jungla estallara
Y cuando ahogadas las palabras sobrenaden
Fulgurara la ardiente poesía,
La irreverente poesía,
La muda la valiente poesía.
No quieren oír mi voz que es la del pueblo,
Pero hablare con bemoles y silencio
O con señales o con cataclismos,
Como dicen que lo hizo un gran maestro.
No quieren oír mi voz;
No la quieren oír y yo la digo,
No la quieren decir y yo la escucho,
No la quieren leer y yo la escribo,
La quieren ignorar y la declamo
Sin saber declamar
-para verla pasar de mano en mano-
Y la digo sin hablar,
Sin callar,
Sencillamente la digo sin palabras
A través de un silencio
Que al criminal mancilla.
COMPLETA.
A TRAVES DEL SILENCIO